Existen muchos tipos de liderazgo: autocrático, participativo, comunicativo y motivador… No hay una fórmula mágica para llegar a ser un líder. Sin embargo, psicólogos, antropólogos y biólogos coinciden desde hace tiempo en la posibilidad de convertirse en líder aprendiendo de la conducta animal, que propone nuevas pautas para manejar la gestión de equipos.

Cada vez más estudios evidencian los parecidos entre el comportamiento humano y el animal. Esta visión puede aplicarse tanto a la sociedad como al mundo de la empresa, donde la conducta animal se convierte en una buena herramienta para aprender a ejercer el liderazgo y motivar a los líderes del futuro.

Para desarrollar nuevas técnicas de gestión de equipos, no debemos limitarnos a la conducta humana.

Hay incluso quien sugiere que el liderazgo no es más que una evolución del instinto animal que nos lleva a elegir al más fuerte del grupo como “jefe de la manada”. Disponer de soluciones de gestión para directores de negocio y conocer las estrategias de mando que hay en el reino animal permite a los líderes empresariales incorporar en sus organizaciones las mejoras prácticas.

Conoce estos tipos de comportamiento animal y cómo aplicarlo al liderazgo empresarial:

Léon

Se caracteriza por una actitud majestuosa y elegante. Trabaja de forma cooperativa pero también dominante y autónoma en momentos decisivos, como la caza. Trasladado a un entorno empresarial, el líder es capaz de delegar tareas sobre sus empleados para ocuparse de administrar otras actividades relevantes para la organización

Un león nace para ser un líder

Según el estudio sobre la personalidad, entre sus fortalezas destacan el dinamismo y la capacidad de decisión. Es muy organizado y trabaja orientado a objetivos. Aunque puede resultar autoritario, es un animal social. Si se esfuerza por mejorar la comunicación con sus subordinados superará todas sus metas.

Guepardo

Comparte el carácter solitario del tigre. Sin embargo, su superioridad no se basa tanto en su fuerza como en su rapidez. El guepardo no destaca por su potencia, no es un corredor de fondo sino un velocista.

En el plano empresarial, son líderes que quieren prosperar rápido en sus negocios, lo que se traduce en una gran capacidad para trabajar de manera febril. Necesitan rodearse de un equipo ágil capaz de trabajar con independencia.

Chimpancé

En el lado opuesto está el chimpancé. Destaca por capacidades cognitivas como la empatía, muy próximas al ser humano. El jefe de la manada se caracteriza por su flexibilidad para plantear distintas soluciones a un mismo problema.

Posee una gran capacidad de planificación y es capaz de trabajar en equipo por un objetivo común. Sin duda, aptitudes realmente útiles para el líder. En estudios sobre primates, se sugiere implantar en nuestra sociedad algunas lecciones morales de estos animales.

Hormiga

Al igual que los chimpancés, las hormigas trabajan por una meta compartida dirigidas por la hormiga reina. Como ocurre con otras colonias de miles de pequeños animales, su fortaleza está en su unión, que les permite cumplir su función y defenderse de peligros externos.

Disponer de un grupo unido que haga frente a la adversidad es una de las principales bazas para cualquier líder.

La hormiga reina sabe delegar funciones y cada miembro interioriza su responsabilidad. Así, la colonia es capaz de resolver problemas que de manera individual supondrían una amenaza. Es decir, el trabajo colectivo proporciona un poder superior al individual, tal como recoge este artículo de National Geographic. Aunque es una visión opuesta a la del guepardo, ofrece unos resultados óptimos en la gestión de equipos y liderazgo.