Tanto para empresas que ya cuentan con programas de contabilidad y facturación como para empresas que desean adquirir su primera solución de gestión, escoger entre un sistema en la nube o en local sigue siendo un debate conflictivo. El avance de la tecnología en la nube ha permitido a muchos proveedores desarrollar soluciones muy avanzadas, de rápido despliegue, flexibles y escalables para no obstaculizar el crecimiento de las compañías.
Sin embargo, la creencia equivocada de que los sistemas locales son más seguros y están mejor controlados es todavía una barrera en la adopción del cloud. Las soluciones de gestión financiera en la nube no sólo permiten garantizar la seguridad y accesibilidad de la información, sino que ofrecen mayores posibilidades a la hora de ser integradas con otros sistemas.
Es importante entender el alcance de la integración entre los diferentes sistemas de trabajo. Contar con un ecosistema único de gestión empresarial es clave para optimizar los procesos e impulsar la productividad de las compañías. Es el caso del entorno Microsoft. Todas las herramientas y aplicaciones alojadas en la nube de Microsoft están interconectadas, lo que permite saltar forma sencilla de una a otra desde una misma plataforma.
Para acertar a la hora de escoger la solución financiera que mejor responda a sus necesidades, las empresas deben plantearse las siguientes preguntas:
Escoger la mejor solución y el mejor proveedor será clave en el proceso de implementación de la herramienta. Encontrar una herramienta que responda a las necesidades de la compañía, que permita trabajar de forma más eficiente y que además avale el crecimiento del negocio es el primer paso del proceso de compra.
En general las soluciones no suelen ser desplegadas por los fabricantes sino por proveedores tecnológicos. Un despliegue efectivo, una formación clara y un soporte continuado son factores fundamentales a la hora de escoger un socio tecnológico.