Chus Llorente, Directora de Estrategia y Negocio en Prodware, partner de referencia de Microsoft en España y en Europa y una compañía comprometida con la transformación digital de sus clientes, ha asistido al programa ‘Más de Uno’ con Jorge Granullaque en Onda Cero para hablar sobre talento tecnológico.

La entrevista se enmarca en el contexto de la revolución digital que estamos viviendo, con elementos disruptivos en lo estructural como el Big Data, las redes de fibra, el 5G, la Inteligencia Artificial o la transformación digital del conjunto de la sociedad. Se han dado pasos de gigante en la última década y la tecnología ha invadido completamente la sociedad, nuestras vidas personales, el mundo de los negocios, los servicios públicos, absolutamente todo. Y toda esta transformación necesita como palanca el talento tecnológico que posibilita esta evolución.

La Cuarta Revolución Industrial

Hace ya tiempo que estamos inmersos en la Cuarta Revolución Industrial, la digitalización. A esto se suma ahora la llegada de la Inteligencia Artificial, que supone la transformación probablemente más trascendental del último siglo, al mismo nivel que lo fue en su momento la llegada del PC, el nacimiento de Internet o la aparición de los Smartphones. Estas disrupciones traen consigo cambios tecnológicos, cambios empresariales y, por supuesto, cambios sociales. Pero la IA tiene una característica añadida, que es la velocidad exponencial de esa transformación, por lo que hace más acuciante si cabe el problema de la escasez de talento. Problema de carácter estructural que puede afectar a la competitividad del país en un mundo totalmente globalizado y con unas formas de trabajo cada vez más flexibles que hacen que ese talento sea universal, móvil y sin barreras geográficas.

Por ejemplo, si nos centramos en el sector informático español, estamos hablando de que ahora mismo faltan alrededor de 120.000 puestos de trabajo y son posiciones que no pueden ser cubiertas por falta de candidatos y talento cualificado.

La velocidad de innovación hace que sea más difícil encontrar una solución a corto plazo y, además, seguimos teniendo varias asignaturas pendientes a nivel macro y de políticas de país. Sería realmente importante fomentar la colaboración público-privada y sobre todo conseguir enlazar los planes educativos en universidades y en enseñanzas medias, es decir, enlazar esos planes educativos con la realidad de las empresas.

Tenemos una asignatura pendiente con la formación profesional, debemos seguir apostando por ella y entenderla como lo que puede ser la gran fuente de los futuros empleados de la empresa. Grados de programación, de administración o de sistemas de ciberseguridad son algunos de los más demandados, pero todavía queda mucho por hacer para llegar a países como Alemania que lo está haciendo muy bien con la formación profesional dual, compaginando los años de estudio con prácticas en empresas.

Estas iniciativas requieren del consenso de todos los agentes involucrados y planteamientos a largo plazo, que no siempre son compatibles con las legislaturas políticas, pero llegar a un acuerdo de Estado en educación supondría de gran ayuda para atajar el problema desde la base.

Déficit de talentos

Existe una gran escasez de talentos de todo tipo. Si hablamos de especialistas puramente ligados al mundo del desarrollo y a la implantación de la tecnología, podemos hablar de especialistas en IA y en aprendizaje automático; expertos en Ciberseguridad, una de las grandísimas batallas que tenemos pendientes; expertos en científicos de datos, ya que generamos volúmenes de datos en cantidades ingentes y hay que hacer algo inteligente con esos datos; expertos en robotización, en automatización de tareas, etc.

Si nos centramos en el mundo de la sostenibilidad, hacen falta ingenieros de nuevas energías y de nuevos materiales, todo ello ligado al desarrollo de la IA y a la necesidad de los componentes magnéticos que necesita esta tecnología, ya que actualmente existe un debate en torno a la escasez de materias primas y la necesidad de generación de nuevos materiales.

La función de los departamentos de Recursos Humanos, a primera vista alejada de la tecnología, es fundamental ya que debe desempeñar un rol esencial durante los procesos de transformación y tiene que estar mucho más próxima al negocio. El propio empresario directivo también tendrá que aumentar su cociente tecnológico, porque no solamente la tecnología le va a ser necesaria, sino que puede llegar a transformar por completo su modelo de negocio actual.

El presente y (no tan lejano) futuro de la Inteligencia Artificial

La tecnología y la Inteligencia Artificial en concreto van a ayudar al progreso de la humanidad y probablemente se van a crear muchísimos más puestos de trabajo de los que se piensa que se van a destruir. Las competencias que van a exigir esos nuevos puestos sí van a ser muy diferentes y este es el desafío al que debemos hacer frente. Para ello, tenemos que seguir invirtiendo en recapacitar a nuestros equipos, el famoso concepto ‘reskilling’ o reciclaje profesional, y confiar en las personas que ya están en el mercado laboral.

Debemos ser conscientes de que estamos ante un cambio de era y tenemos que estar preparados para abordar, probablemente, la revolución tecnológica más importante a la que nos hemos enfrentado nunca. Estar preparados es entender, entre otras cosas, que los conocimientos cada vez son menos duraderos y que esa capacidad de adaptación al cambio y ese pensamiento crítico van a ser cada vez más importantes y decisivos a la hora de inclinar la balanza y destacar.

Accede a la entrevista completa en la web de Onda Cero (minuto 01:14:00).