El sector de la fabricación y distribución es cada vez más complejo y exigente debido tres factores: un consumidor informado que busca precios más bajos, entregas más rápidas y servicios de mayor calidad; una competencia feroz donde cada detalle es crucial para ganar (o perder) clientes; y la evolución tecnológica que exige una continua adaptación e inversión.

Todos estos componentes están provocando que las empresas de fabricación y distribución se replanteen la manera de llevar a cabo sus operaciones con la ayuda de la tecnología. En este escenario cambiante, el enfoque hacia el cliente sigue siendo el mayor reto y prioridad. En este contexto, la personalización masiva va ganando terreno.

[bctt tweet=”Con la #personalización en masa, el cliente accede a productos o servicios diseñados por él mismo” username=”ProdwareES”]

Definimos como personalización en masa a la capacidad que proporcionamos al cliente de elegir las especificaciones exactas de un producto o servicio en el momento de la compra o después de la misma. Además, este producto o servicio debe tener un precio cercano al de una alternativa de producción en serie normal.

Del consumidor al prosumidor

Esta alternativa a la producción masiva supone un cambio inevitable y natural que ha revolucionado la forma en que los clientes compran, los fabricantes producen, los distribuidores entregan y los minoristas venden/compran, a la vez que crean valor para todos ellos.

Surgidos de la evolución del mercado, de la creciente variedad de productos y de las nuevas oportunidades que ofrecen la tecnología y el comercio electrónico, los configuradores de producto satisfacen la exigencia de los consumidores de involucrarse más en el diseño de productos. De esta manera han pasado han contribuir a la llamada personalización colaborativa.

[bctt tweet=” Ahora más que nunca, tienen el control, los prosumidores tiene el control” username=”ProdwareES”]

De este modo, la cadena de suministro se amplía de modo que los clientes ya no están al final, sino al principio. Esto propicia un continuo diálogo con los consumidores para identificar sus necesidades lo que permite producir una verdadera oferta centrada en el cliente. Así pasan a convertirse en prosumidores: ahora más que nunca, tienen el control.

La cadena circular de suministro

Los clientes desempeñan un papel cada vez más importante en la cadena de valor. Según el tipo de escenarios, las tareas y responsabilidades de personalización se comparten y evolución a lo largo de la cadena de suministro.

En este sentido, vemos una evolución desde el modelo tradicional de la cadena de suministro (desde el proveedor al vendedor sin la intervención de ningún cliente). Este ha sido sustituido por el concepto moderno de integración, que incorpora la comunicación y colaboración “multidireccional” es un proceso circular.

Ofrecer mercancías personalizadas con la misma calidad, precio, rentabilidad y plazo de entrega sigue representando uno de los mayores retos en la personalización masiva. Es necesario ser más reactivo para garantizar una disponibilidad constante de materiales y una respuesta rápida a los pedidos modificados.

En busca del equilibrio

Por su parte, los distribuidores necesitan asegurar la entrega del producto a tiempo y dentro del presupuesto, mientras se adaptan a los requisitos siempre cambiantes y mejoran la experiencia de cliente. Pero, ¿cómo pueden equilibrar la necesidad de plazos de entrega cortos, precios competitivos y productos y servicios personalizados? La tecnología ofrece la respuesta a este desafío.

Mejorar la visibilidad del cliente, el análisis, la previsión, la integración y la comunicación dentro de la cadena de suministro, controlar las operaciones y optimizar los procesos a través de la interacción con el cliente requiere de soluciones dinámicas de gestión empresarial y del diseño de estrategias específicas. El uso de herramientas inteligentes ayudará a los distribuidores a comprender y responder rápidamente a las necesidades de los clientes, comprometerse con ellos y, por lo tanto, ofrecer una experiencia inolvidable al cliente.