La movilidad gana puntos cada día como prioridad entre las empresas de todo el mundo, sobre todo las españolas. Así lo apuntan distintos indicadores y fuentes, desde Computerworld, que señalaba recientemente a las tecnologías móviles como una prioridad para los inversores, hasta Deloitte, que lo ubicaba, en un informe reciente, entre las perspectivas de inversión más interesantes junto al cloud computing, la sanidad y el software empresarial.
También en esa línea se manifiesta Accenture en su informe “Accenture Mobility Insights 2014”, para el que encuestó a 1.475 directivos de 14 países. Según el mismo, el 43% de los directivos de todo el mundo citaron la movilidad como una de sus principales prioridades, el 68% en el caso de los ejecutivos españoles. La tendencia es, por lo tanto, más fuerte en España que en otros países; de hecho, el 79% de los encuestados en nuestro país considera las tecnologías digitales como una inversión estratégica para crecer y llegar a más clientes, de ahí el valor que dan a las aplicaciones y soportes móviles.
Los llamados “líderes en movilidad”, es decir, los que han conseguido una rentabilidad mayor al 100% en sus inversiones en este tipo de tecnología, son además de esto los que muestran mayor tendencia a obtener resultados financieros por encima de la media en su propio sector. Se caracterizan por tener planes más ambiciosos, estratégicos y globales sobre movilidad, y contar con una mayor participación de sus CEOs en la definición de los mismos. Es el caso de los CEOs que militan en un tercio de las empresas españolas, según Accenture.
La inversión en movilidad no es sólo una perspectiva de futuro, sino el presente, en el caso de las empresas españolas. Un 44% ha realizado inversiones específicas en tecnologías móviles con el objetivo de aumentar su rentabilidad, y un 43% ha seguido una política agresiva de inversión en estas tecnologías.
Pero ¿Qué persiguen las empresas españolas con estas inversiones? ¿Por qué les interesan tanto las tecnologías móviles? La mayoría, el 63%, pretende llegar así a nuevos mercados; desarrollar nuevos servicios y productos móviles (58%); optimizar operaciones, por ejemplo en el seguimiento de pedidos o la gestión del inventario (68%); y mejorar la fiabilidad y mantenimiento de sus activos (67%).
Finalmente, Accenture señala que empiezan a tomar relevancia las soluciones conectadas, por ejemplo para vincular vía móvil edificios y fábricas; o los dispositivos “wearables” con sensores, como por ejemplo los que ayudan a comunicar con el consumidor en el momento y lugar de la compra, incentivándola. Las empresas también están muy interesadas en todo el campo abierto con las apps, aplicaciones móviles, sobre todo en lo que se refiere a su mejora y fiabilidad.
Todos estos datos sitúan a las empresas españolas a la cabeza en inversión en tecnologías móviles, lo que, a la larga, podrá ayudar a su diferenciación frente a las de otros países y, sobre todo, a mejorar sustancialmente su competitividad.