A medida que aumentan las posibilidades tecnológicas y se acelera el ritmo de desarrollo de las soluciones empresariales, las organizaciones evolucionan hacia un enfoque más colaborativo. La responsabilidad de adquirir y mantener la tecnología de una empresa se desdibuja así entre las áreas de TI, finanzas, líneas de negocio, etc.
Según van adquiriendo experiencia, las empresas van prescindiendo de aquellas herramientas que los usuarios no necesitan o que no se pueden integran con otros sistemas, que son difíciles de mantener o que no siguen los protocolos de seguridad de TI.
El punto de no retorno ha sido el auge de las aplicaciones de negocio en la nube, que han transformado la forma de adquirir tecnologías hacia las líneas de inversión de capital en lugar de las líneas de opex, normalmente en manos de los líderes de la compañía.
Como resultado, se han reducido las barreras de entrada de nuevas soluciones y se ha incrementado la capacidad elección de aplicaciones de código abierto. Esta proliferación de aplicaciones aumenta el riesgo para la seguridad de TI y, además, dificulta la gestión del entorno tecnológico de la empresa.
¿Qué aportan los CIO a las empresas?
Los proyectos de gestión del cambio más exitosos incluyen responsabilidades compartidas entre las principales partes interesadas a lo largo del proceso de recopilación de requisitos, fase de presupuestos, preselección y selección. En el corazón de esta colaboración está la comprensión y el respeto de las habilidades y conocimientos de los demás.
En este contexto, la labor del CIO pasa por facilitar y liderar estratégicamente la adopción de la tecnología en todo el negocio. Estos deben asegurarse de que todos los departamentos dispongan de las herramientas adecuadas para ser productivos, colaborar e informarse.
Con todos los jefes de departamento trabajando juntos, las necesidades más amplias del negocio -crecimiento, innovación y rentabilidad- se sitúan en primer plano. El resultado es un sistema de negocio conjunto que impulsa la colaboración de arriba hacia abajo.
Departamento de marketing: un caso práctico
Los equipos de marketing representan a la perfección la nueva corriente de acceso y uso a herramientas empresariales. Sus profesionales, cada vez más conocedores de la tecnología, utilizan una aplicación para enviar campañas de marketing por correo electrónico, otra para almacenar datos de clientes que comparten con atención al cliente y ventas, otra para gestionar las redes sociales, etc.
Esto no solo es un dolor de cabeza para TI, sino que también supone una fuerte carga administrativa para los profesionales del marketing, que dedican demasiado tiempo a importar y exportar información sin acceder a una visión realmente completa del cliente.
Es en este momento cuando el CIO deben entrar en acción. Su valor añadido consistirá en poner al servicio del resto de áreas su conocimiento y experiencia para ofrecerles aquellas herramientas que les ayuden a unificar sus entornos tecnológicos para optimizar su trabajo.