En 2020, la inesperada y rápida aparición de la COVID-19 aceleró la digitalización de las organizaciones en todo el mundo, tanto si estaban preparadas para ello como si no. Prácticamente de la noche a la mañana, muchas empresas se vieron forzadas a implementar soluciones de hardware y software que permitieran la continuidad de negocio y el trabajo en remoto.
Hace unos años ya se predecía que el teletrabajo se implementaría de forma natural en la mayoría de puestos de trabajo, pero nadie imaginaba que llegaría tan repentinamente y por obligación. En España, el 16% de las empresas disponía de una política de trabajo flexible formalizada en el año 2019, sin embargo, en 2020 el trabajo flexible aumentó un 67%, alcanzando la cifra del 83%, según el estudio ‘The New Future of Work’ realizado por Microsoft. Sin duda, el catalizador para la adopción del trabajo híbrido ha sido la pandemia y esto ha provocado un cambio total de paradigma ya que los intereses y las necesidades tanto personales como laborales se han transformado por completo.
Un antes y un después en los modelos de trabajo
Las expectativas de los trabajadores han cambiado radicalmente y esta nueva situación ha originado un modelo de trabajo flexible. Uno en el que algunos empleados siguen trabajando de forma remota, otros regresan a la oficina de forma permanente y otros combinan ambas opciones. Las ventajas que ofrece un modelo de trabajo híbrido son numerosas, sin embargo, también plantea algunos desafíos u obstáculos en el desempeño de las prácticas laborales actuales. Por ejemplo, es necesario asegurar una conectividad segura y remota a aplicaciones esenciales y experiencias propias de cada empresa, lo que ha provocado que los departamentos de TI y la administración de dispositivos modernos cobren mayor importancia que nunca.
El tiempo de reunión semanal se ha más que duplicado para los usuarios de Teams desde febrero de 2020, señala el Informe de Índice de Tendencia Laboral de Microsoft. Esta plataforma es el nuevo escritorio de trabajo, una herramienta optimizada especialmente para los nuevos modelos híbridos con el objetivo de aumentar la colaboración y la productividad.
El agotamiento digital, la cohesión de los equipos, evitar el trabajo en silos y cuidar los vínculos entre compañía y empleados son otros aspectos fundamentales a considerar en este nuevo escenario. Lo que más preocupa al 30% de los directivos es mantener la cultura corporativa, señala una encuesta realizada por Gartner.
Microsoft Viva nos da la solución para ello. Se trata de la primera plataforma de experiencia del empleado que cubre todas sus necesidades y equipara lo máximo posible la experiencia en un puesto de trabajo presencial, remoto o híbrido. Sus cuatro módulos, Connections, Insights, Learning y Topics, fomentan una cultura que permite a las personas y los equipos disponer de las herramientas que necesitan para dar lo mejor de sí mismos desde cualquier lugar, aumentando el nivel de compromiso con la compañía.
Por otro lado, la digitalización del puesto de trabajo híbrido hace que los procesos de negocio se transformen y que la ciberseguridad adquiera un papel protagonista. Durante la pandemia se han multiplicado las amenazas dentro del puesto de trabajo, por lo que ahora es necesario implementar una estrategia de ciberseguridad, llevando a cabo buenas prácticas y segurizando el puesto de trabajo tanto en la oficina como en casa.
La transición a modelos híbridos
El trabajo híbrido ha creado nuevas oportunidades de trabajo, ha mejorado la conciliación familiar y laboral, ofrece más flexibilidad y autonomía e, incluso, permite acceder a mejores profesionales ya que amplía el mercado de talentos. Las publicaciones de trabajos remotos en LinkedIn se multiplicaron por 5 durante la pandemia, según el informe The Work Trend Index de Microsoft. Las personas ya no tienen que abandonar su casa o su ciudad para expandir su carrera profesional y esto tendrá un profundo impacto en el panorama del talento.
En el momento actual, la aceleración digital no es algo necesario, sino urgente. La transición a modelos híbridos es un salvavidas para aquellas compañías que pretendan transformar y flexibilizar su negocio. El nuevo modelo operativo se basa en tres variables principales: personas, espacios y procesos. De cara a adecuar este modelo a cada empresa, invertir en espacios y tecnología para unir los mundos físico y digital es esencial. El contexto global de cambios ofrece una oportunidad única para crear un nuevo y mejor futuro laboral que empodere tanto a las personas como a las organizaciones y asegure la continuidad de negocio a largo plazo.