La cadena de suministro de fabricación y distribución ha evolucionado a lo largo de los años influida por un gran número de factores. En la actualidad, ser capaces de adaptarse a los requisitos de un cliente en constante cambio se ha convertido en una necesidad acuciante para las empresas.
Una cadena de suministro centrada en la gestión de las relaciones con los clientes ofrece un mayor potencial para generar soluciones únicas que combinen puntualidad, disponibilidad y consistencia para proporcionar los valores deseados a precios que los clientes están dispuestos a pagar. De hecho, Según una encuesta sobre la cadena de suministro de IDC, una de las prioridades del sector es virar hacia un enfoque centrado en el cliente.
Perfeccionar la eficiencia operativa en todos los niveles y estrechar las relaciones son dos puntos clave que les ayudan a detectar los requisitos y las expectativas de los clientes potenciales. Expertos y profesionales líderes del sector coinciden en que tanto la innovación como la velocidad de comercialización son cruciales para la supervivencia del sector de la industria y la fabricación.
De hecho, según aseguraba un informe de PwC, “sobrevivir en el mercado global actual requiere que las organizaciones inviertan en el futuro y sean capaces de comercializar rápidamente innovaciones exitosas“.
Cómo afecta el comercio electrónico a la industria
El comercio electrónico ha experimentado un crecimiento sustancial y constante a nivel mundial en los últimos años y lo seguirá haciendo en los siguientes. Solo en España, superó los 6.700 millones de euros en el primer trimestre de 2017, un 24,8% más que el año anterior, según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
[bctt tweet=”El #Ecommerce ganó 6.700 mill. € en el primer trimestre de 2017, un 24,8% más que el año anterior” username=”ProdwareES”]
Esta realidad cambia las reglas del juego del sector: fabricantes y distribuidores ya pueden vender directamente al usuario final y eliminar el elemento minorista de su modelo tradicional. Con la tecnología actual y el consumidor altamente educado, los clientes tienen más opciones y poder de decisión en torno a cómo y dónde comprar.
Es fundamental que los fabricantes y distribuidores estén listos para construir relaciones más profundas con el cliente y a la vez personalizar cada interacción. Para seguir siendo competitivos y ofrecer el mejor producto posible en este mercado en evolución, las empresas deben contar con una estrategia eficaz de creación de valor. Esto les permitirá gestionar el proceso de desarrollo del producto y sincronizar las funciones empresariales independientes.