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¿Cómo ha cambiado el sector de la fabricación?

Hablar de fabricación ya no es sinónimo de hablar únicamente de la realización física de productos, sino que y como consecuencia de los cambios en la demanda del consumidor, la naturaleza de los productos o la economía de la cadena de valor, ha derivado en una cambio en la manera en la que las empresas hacen negocios.

Los clientes demandan personalización y se han ido añadiendo más dispositivos conectados. Mientras tanto, la línea que separa los fabricantes de productos de los vendedores de productos es cada vez más permeable. En conjunto, todos estos cambios han hecho más difícil el crear valor de forma tradicional. Los productos se han convertido en medios para acceder a la información y las experiencias Los cambios de los que hablamos han dado lugar a tendencias y factores que influyen en cada uno de estos y a los que el sector de la fabricación ha de prestar atención:

  • En relación a la demanda del consumidor, este ha ido adquiriendo más poder y entre sus prioridades está la personalización de los productos que demanda para que se adapte a sus principales necesidades individuales. La personalización ha sido posible gracias a la presencia de las tecnologías digitales. De esta manera, el mercado del consumidor se está fragmentando en numerosos nichos, cada uno de los cuales representa una oportunidad para aquellos fabricantes que sean capaces de ofrecer los “productos deseados” y crear y capturar el valor a través de economías de alcance en vez de economías de escala. Además de la personalización, cada vez más los consumidores son propensos a participar en la creación o al menos conceptualización de los productos que compran. Esto va a representar un cambio de ser meros destinatarios a participantes activos, desdibujándose la línea entre consumidor y fabricante.Un ejemplo de esta tendencia, es el auge en popularidad del DIY.
  • Cambios en la naturaleza del producto. Los productos son cada vez más inteligentes y están más conectados como consecuencia de los avances tecnológicos. Al mismo tiempo, cómo ven y utilizan los consumidores los productos está cambiando por lo que se están redefiniendo los factores que determinan el valor de los productos. Por ejemplo, la ropa se ha convertido en wearables o los coches en coches inteligentes.Es por ello que bajo el paraguas del concepto Internet de las Cosas cada vez se agruparán más objetos inteligentes, algo que está en las predicciones de la consultora Gartner, concretamente el IOT incluirá para 2020 cerca de 26 mil millones de dispositivos. La evolución de estos productos se presenta para los fabricantes como un reto en diferentes niveles que les lleva a considerar sus modelos de negocio, a la vista de los factores que juegan un papel importante en la generación de valor de productos inteligentes: software integrado, plataformas de software, apps y análisis y compilación de datos.
  • Cambios en la economía de la producción. Hasta hace relativamente poco, los players en este sector eran pocos, las barreras de entrada eran altas y las inversiones iniciales de capital, considerables. Además los productos se movían entre múltiples intermediarios hasta llegar al consumidor. Hoy, sin embargo, los cambios en tecnologías han acabado con estas barreras que impedían el flujo de información, de recursos y productos. La conectividad está más presente que nunca y la información fluye libremente.
  • Los cambios en la economía de la cadena de  valor. Las tecnologías digitales están estrechando la distancia entre fabricante y el retailer. La importancia de esto radica en que no sólo va a ser significativo para las empresas que están en plena transformación, sino también para los intermediarios que llevan a cabo el inventario a lo largo del camino. Mientras algunas empresas están integradas verticalmente a través de la cadena de valor, la mayoría de los fabricantes tradicionales están “alejados” de los consumidores finales. Como comentábamos anteriormente, en un mundo donde la información viaja cada vez más libremente, los players tradicionales han de comunicarse con los consumidores para que exista una retroalimentación y puedan actuar a tiempo. De esta manera, solo sobrevivirán aquellos fabricantes que creen más valor a los consumidores, por ejemplo, proporcionándoles información útil.

El mundo de la fabricación está cambiando de manera exponencial. No sólo se está haciendo más difícil crear valor sino también capturarlo. El valor está no solo en la fabricación de los productos, también en la información y experiencias que estos ofrecen. Un ejemplo, más importante que el objeto o dispositivo en sí es la experiencia que este facilita.

Industria 4.0: los pilares del avance tecnológico

Los avances tecnológicos han impulsado aumentos importantes en la productividad industrial desde el comienzo de la Revolución Industrial. La máquina de vapor era el «motor» de las fábricas en el siglo XIX , la electricidad condujo a la producción en masa en la primera parte del siglo XX, y la industria se automatizó en la década de 1970 . En las décadas siguientes, sin embargo, los avances tecnológicos industriales fueron progresivos, sobre todo en comparación con los avances que transformaron las tecnologías de la información, las comunicaciones móviles y el comercio electrónico.

Ahora, sin embargo, estamos en medio de una cuarta ola de avance tecnológico: el nacimiento de la nueva tecnología industrial digital conocida como Industria 4.0, una transformación que es impulsada por los nueve avances tecnológicos fundamentales: nube, ciberseguridad, internet de las cosas, realidad aumentada, big data y analítica o integración de sistemas verticales y horizontales, entre otros. En esta transformación, sensores, máquinas y sistemas IT se conectarán a lo largo de la cadena de valor más allá de una sola empresa.

Estos sistemas conectados pueden interactuar entre sí, mediante protocolos basados ​​en estándares de Internet, y analizar los datos para predecir fallos y adaptarse a los cambios. La Industria 4.0 hará posible reunir y analizar datos a través de las máquinas, lo que permite procesos más rápidos, más flexibles y más eficientes para producir bienes de mayor calidad a costes reducidos. Esto a su vez aumentará la productividad de la fabricación, favorecerá el crecimiento industrial y modificará el perfil de la fuerza de trabajo.

A continuación vamos a ver algunas de las tendencias de tecnología que son los componentes claves de la Industria 4.0:

  • Big data y analítica. La analítica basada en grandes conjuntos de datos ha surgido recientemente en la Industria 4.0. Gracias a ello, se ha optimizado la calidad de la producción y se ha ahorrado energía. En este contexto, el análisis de datos procedente de diferentes fuentes (equipo de producción y los sistemas de gestión de clientes), se convertirá en una norma para apoyar la toma de decisiones en tiempo real.
  • Internet de las Cosas. Hoy en día solo algunos sensores y maquinaria de un fabricante están en red. Estos se organizan normalmente en una pirámide de automatización vertical en la que los sensores y dispositivos se incorporan a un sistema de control del proceso de fabricación. Pero con Internet de las Cosas industrial, hay más dispositivos que se conectarán utilizando tecnologías estándar. Con ello, los dispositivos van a comunicarse e interactuar entre ellos según sea necesario.
  • La nube. Las compañías ya están utilizando soluciones basadas en la nube para algunas aplicaciones empresariales y de análisis, pero con la Industria 4.0 se requerirá un mayor intercambio de datos a través de sitios en empresas de fabricación . Al mismo tiempo , el rendimiento de las tecnologías de nube va a mejorar y como resultado , cada vez más sistemas de producción se basarán en el cloud.

¿Cómo simplificar el análisis de datos para aumentar ventas?

Cuando se aborda el asunto del análisis de datos o analítica, y las herramientas disponibles para esta labor, es fácil caer en la confusión, dada su complejidad. De hecho, los mayores retos para los departamentos de IT, y sus proveedores tecnológicos al hablar de ello con Directores Generales o Directores Comerciales son:  por un lado, simplificar el discurso al hablar de analítica o gestión de datos; y por otro, simplificar el uso de las herramientas que lo hacen posible.

La solución pasa, básicamente por identificar primero, y de forma clara, cómo pueden ayudar las soluciones de Business Intelligence a áreas como la comercial, o la Dirección General; generación de nuevos clientes, segmentación de los actuales para impulsar la venta sobre venta,  etc. Y después, simplificar el uso de las herramientas para conseguir dichos objetivos.

Por ejemplo, una de las claves para un área como la comercial es la rapidez, es decir, contar con datos de valor en todo momento, para poder tomar decisiones de forma ágil –qué vender, cuándo y a quién- y acelerar todo el proceso de venta. Esta es una de las cuestiones que pueden abordarse con este tipo de soluciones de análisis que permiten definir, en tiempo real, las características de la demanda, e incluso prever su evolución.

Para ello también es importante disponer de tecnología que ordene la información y la exponga de forma clara y entendible para quienes tomen las decisiones. Por este motivo, las soluciones de inteligencia de negocio convierten toda la masa de información disponible y captada desde múltiples fuentes, internas y externas, en gráficos y tablas que facilitan su comprensión de forma visual y rápida.

Otra de las demandas habituales en departamentos comerciales es contar con herramientas de previsión, para adelantarse a la demanda y que esto sirva como arma comercial. En ese sentido, desde el análisis es posible identificar patrones de comportamiento en la demanda y de este modo adelantarse a sus movimientos futuros.

También se requiere con frecuencia que la tecnología, no sólo ahorre tiempo en tareas mecánicas, sino que descargue de trabajo en otras labores de más valor y le aporte precisión. Por esa razón, ya existen tecnologías capaces de aprender de la experiencia, y por lo tanto, de sustituir a las personas en tareas de análisis, detección y predicción de patrones, o comunicación. Por ejemplo, en el sector del retail, podría permitir el lanzamiento, de forma autónoma por parte de un sistema, de comunicaciones segmentadas para impulsar las ventas de acuerdo a patrones ya detectados.

En cualquier caso, es importante aceptar y reconocer las particularidades de cada organización, sus recursos, su cultura y sus objetivos. Sólo así es posible sacar el máximo provecho a la tecnología que se ponga a su servicio, ya que esta podrá particularizarse y adaptarse a la empresa, y no al revés, como tantas veces se ha requerido.

5 amenazas a la seguridad informática en la empresa

seguridad informática

La seguridad informática en la empresa ya no es una cuestión puntual, que se refiera a atender contingentes comunes, sino estratégica, ya que permite el mantenimiento sostenido del negocio y su continuidad a medio y largo plazo, y es un importante valor añadido al garantizar la calidad en los sistemas de producción y el desarrollo de servicios. Además, baste recordar que en España durante 2014 se han gestionado 18.000 incidentes relacionados con ataques a la seguridad informática, para entender que la amenaza es real y comprender por qué, según Gartner, el gasto en seguridad informática fue de 70.000 millones de dólares el pasado año y se espera que para sectores como el bancario, energía y defensa llegue a los 109.000 millones de dólares para 2020.

Pero ¿cómo se define, hoy? ¿de dónde llega el peligro? ¿y cómo protegerse de esos ataques a la seguridad?

En noviembre de 2014, Verizon apuntaba a 6 amenazas, como las más importantes y de urgente atención para garantizar la seguridad cibernética en la empresa: intrusiones en el punto de venta, ataques a la aplicaciones web, mal uso de información privilegiada, robo o daño  de los dispositivos físicos, crimeware o robo de accesos a cuentas bancarias y ataques por denegación de servicio (DoS).

Más recientemente, Computing aludía a un informe de Atos que identificaba, a su vez, varios ámbitos en los que la seguridad informática será crítica:

  • La amenaza humana: la falta de conocimiento, el descuido, o los fallos propios de la actuación humana son el primer riesgo y por lo tanto, la prioridad. La formación por una parte, y la concienciación, por otra, son claves para reducir el riesgo en el uso diario de las herramientas y dispositivos;
  • La amenaza industrial: nunca habían convergido como hoy los procesos industriales y la informática, con tantos objetos y máquinas conectados entre sí, o a través de la Red; por ese motivo, y ya que es crucial mantener la comunicación continua entre máquinas, sistemas y dispositivos, es fundamental blindar su seguridad y evitar posibles sabotajes o robo de información a través de cualquiera de ellos;
  • La amenaza organizada: aunque abundan los ataques informáticos perpetrados por individuos, a menudo sin mayor interés que el hecho de derribar barreras de seguridad, también existe el ataque organizado, con ánimo lesivo, destructivo o de lucro, al aprovecharse del robo de información, por ejemplo. A esta naturaleza responden los Zero Day, tecnología comercializada por bandas organizadas para detectar vulnerabilidades de software en las empresas, desconocidas por los propios fabricantes o distribuidores; o la cesión de redes de botnets (ordenadores zoombies) para ataques masivos que generen errores de denegación de servicio en los servidores (DoS) de las compañías; y, en un ámbito más global, las llamadas amenazas persistentes avanzadas (APTs), ataques planificados minuciosamente y con antelación para alcanzar objetivos muy específicos y, a menudo, de forma imperceptible, para pasar desapercibidos;
  • La amenaza móvil: con su proliferación y uso masivo, los dispositivos móviles se han convertido en un objetivo más de los ataques cibernéticos; además, suelen ser más vulnerables porque cuentan con menos sistemas de seguridad, y no se consideraban, hasta ahora, una puerta de entrada de virus o malware. Sin embargo, lo son, y permiten el robo masivo de datos, phising y otro tipo de prácticas delictivas;
  • La amenaza fantasma: en paralelo a la generación de software, hardware, y el desarrollo de sistemas o redes, cada día nacen nuevas vulnerabilidades en infraestructuras, soportes y herramientas; es la amenaza a la seguridad futura, que está naciendo hoy, y a la que conviene anticiparse, en la medida de lo posible, con sistemas de seguridad flexibles, escalables y multiorigen, en local, y en la nube, propios y externos; esto permitirá también anticiparse a los ataques actuales y blindar aún más la seguridad informática de nuestra organización.

Big data: 10 pasos para su implantación

Antes de implantar cualquier tecnología, debemos tener claras las razones por las que lo hacemos, y los objetivos que perseguimos, como comentábamos recientemente. Pero el éxito de su implantación no depende tanto de eso, como de seguir los pasos adecuados. De hecho, según un artículo recientemente publicado en Computing, un 60% de las implantaciones de tecnologías para la optimización de Big Data ha fracasado por este motivo.

A decir de los expertos, estas serían las principales pautas para una implantación exitosa de un proyecto de Big Data:

  • Marcarse objetivos de negocio en relación a su impacto económico: reducción de costes y aumento de ingresos;
  • Determinar el coste asumible en el proyecto de Big Data, es decir, establecer un presupuesto económico;
  • Decidir quién liderará el proyecto de Big Data dentro de la empresa; en el caso de contar con un externo como una consultora tecnológica que aporte soluciones globales, determinar también quién será el interlocutor y cuáles serán las funciones y objetivos a cumplir por parte de este proveedor;
  • En la misma línea definir con detalle las responsabilidades de quien dirigirá el proyecto internamente, dotarle de recursos humanos y tecnológicos adecuados, y delimitar las responsabilidades y funciones de todas las áreas de la empresa en la configuración y desarrollo del proyecto;
  • Tomar muy en cuenta las necesidades y objetivos del usuario final en el futuro uso de la tecnología de Big Data. Esto incluye mantener un diálogo constante para saber qué espera el usuario de este proyecto, y cómo piensa utilizar esta herramienta: periodicidad, volumen de datos, etc;
  • Realizar un diagnóstico inicial de la situación de los datos en la empresa: volumen, fuentes, periodicidad de actualización, formas de uso, etc. Asimismo, es muy importante ser conscientes del comportamiento de la empresa hasta ahora frente a este recurso y saber si existía ya algún tipo de automatización en el tratamiento y procesamiento de datos, o no; es decir, su recorrido anterior o experiencia en el uso de tecnologías de business intelligence;
  • Evaluar la necesidad de incorporar fuentes de datos externas que complementen las ya existentes en la empresa, como redes sociales o bases de datos externas; esto supone también estudiar la forma de integrarlos en los procesos y en combinación con los ya existentes;
  • Diagnosticar el estado de los recursos tecnológicos de la empresa, cuantitativa y cualitativamente; sólo así sabremos si podrá soportar la entrada de este proyecto o requerirá de nuevas dotaciones. Además, esto permitirá saber si se puede integrar la tecnología existente y adaptarse, o partir de cero;
  • Avanzar costes del proyecto y evaluarlos en función de los recursos económicos de la empresa. De este modo se podrá calibrar el alcance del proyecto no sólo en función de los objetivos, sino también de las posibilidades de la empresa. Además, permitirá estudiar distintas modalidades de implantación, no necesariamente en local, sino en la nube (cloud), y por fases, por ejemplo;
  • Determinar las necesidades de inmediatez de la empresa en la obtención de datos, ya que esto modificará las condiciones del presupuesto; no es lo mismo contar con actualizaciones just in time, que en periodos, por ejemplo.

La nube como plan de contingencia. Razones de una tendencia al alza

Recientemente, abordábamos el asunto de los planes de contingencia como forma de prever y dar solución a la pérdida de datos u otros problemas graves para la seguridad informática y la operativa de una empresa derivados de causas incontrolables como siniestros, catástrofes o desastres naturales. Queda claro, que en mayor o menor medida, toda empresa necesita tener un plan de contingencia que indique cómo actuar en estos casos y cómo recuperar la normalidad en el menor tiempo posible.

En los últimos tiempos, y como consecuencia del auge del cloud computing, la nube se está presentando como una plataforma ideal para basar o complementar los planes de contingencia, y aminorar los prejuicios que se deriven de una circunstancia como las citadas. Es conocida como CBDR (Cloud Based Disaster Recovery), o plan de contingencia en la nube.

Por su naturaleza, la nube ofrece varias ventajas sobre el almacenamiento en servidores locales. La primera y más evidente, es su localización: frente a otros soportes de almacenamiento de datos, ubicados en las propias oficinas (servidores), la nube es un espacio separado de nuestra ubicación física, es decir, de nuestras oficinas. Por lo tanto, un desastre en las mismas, no afectaría a la seguridad de la información y la recuperación de datos sería más fácil.

En segundo lugar el plan de contingencia en la nube cuenta con otra posible ventaja, que sería la multicopia, o copia en serie de la información en distintos servidores, con las que se diversifica y aminora aún más el riesgo de pérdida total de datos. En tercer lugar, un plan de contingencia en la nube permite regular y modificar de forma ágil los recursos y servicios a contratar en función de nuestras necesidades y nuestro presupuesto, ya que los proveedores suelen ofrecer  servicios escalables para la seguridad de los datos, así como opciones a medida y ajustables en cualquier momento.

Por último, utilizar la nube como plan de contingencia supone un importante ahorro ya que no obliga a disponer de infraestructura propia, sino que puede contratarse a proveedores externos especializados en esta materia. Por lo tanto, no es obligatorio realizar una inversión y no existen costes de mantenimiento; basta con abonar el coste del servicio al proveedor elegido.

Como puede verse, la nube ofrece una perspectiva nueva a la puesta en marcha y desarrollo de un plan de contingencia, muy a tener en cuenta para las organizaciones más pequeñas, con menos  recursos: desde presupuesto,  hasta herramientas, espacio o personal especializado.

Ventajas del uso de Yammer en un departamento de Recursos Humanos

En un post anterior comentamos las ventajas que suponían apostar por la utilización de una red social corporativa– como es Yammer- en el departamento de marketing . Pero no es el único departamento que puede sacar ventaja de su uso para las funciones y objetivos de su área. Así hoy vamos a hablar del departamento de recursos humanos.

En una empresa, el departamento de recursos humanos gestiona las incorporaciones de nuevos empleados, por un lado, y por otro, en su manos está el conseguir aumentar el sentimiento de compromiso y el sentido de pertenencia a la empresa de los empleados. Además, todo lo relacionado con la parte de formación y desarrollo profesional.

En primer lugar, una de las funciones principales de este departamento es la contratación de personal por lo que algunos retos que se presentan a responsables de RRHH son ¿cómo construir un sentimiento de comunidad y sentido pertenencia no sólo con los recién llegados sino también con los trabajadores que llevan más tiempo? O ¿cómo acelerar la productividad en el caso de las nuevas contrataciones?

Para facilitar la adaptación de los nuevos trabajadores a la empresa e incrementar la productividad de la organización en general, la red social corporativa Yammer permite la creación de grupos para conectar a los nuevos empleados con el resto de trabajadores de la compañía. Un ejemplo, creación de un grupo únicamente con los trabajadores nuevos o de las personas que forman parte de los programas de prácticas. En estos pueden consultar documentación corporativa, como el manual del empleado, o realizar preguntas que les puedan surgir. También si tienen dudas, pueden mencionar al especialista o responsable de esa área para que les responda de la forma más adecuada.

El objetivo final es conseguir alinear los nuevos empleados con los objetivos corporativos y que al conectarse con otros empleados, se sientan parte de la compañía desde el primer momento.

Los beneficios están relacionados con el incremento de la productividad empresarial al estar accesible y disponible la documentación corporativa en Yammer y la posibilidad de formación en tiempo real.

En relación al compromiso y retención del empleado. ¿Cómo puede su empresa reducir la duplicidad de trabajo y eliminar las barreras a la productividad? o ¿Cómo puede trabajar de forma eficiente hacia los objetivos empresariales de su compañía y mejorar, por otro lado, el compromiso?

Gracias  Yammer, es posible la colaboración en tiempo real permitiendo que los empleados puedan exponer sus dudas, preguntas, compartir ideas y encontrar recursos de manera más sencilla.Ello también influirá en la satisfacción laboral. El feedback inmediato que permite la red social corporativa va a influir en la posibilidad de construir relaciones más solidas entre todos y cada uno de los empleados de la organización. La utilización de Yammer puede hacer que el conocimiento y el trabajo diario se vuelva más transparente, incrementando el compromiso de los trabajadores.

Un ejemplo, crear un grupo público donde estén todos los empleados de su empresa, aunque estén distribuidos en distintas sedes, y compartir en él las distintas iniciativas que se vayan a realizar.

¿Cómo poner en marcha un plan de contingencia en la nube?

plan de contingencia

Como veíamos en algunos artículos anteriores, el plan de contingencia en la nube se presenta como una alternativa muy a tener en cuenta por todas las organizaciones para su seguridad informática, especialmente aquellas que cuenten con menos recursos, ya que supone un importante ahorro y no requiere disponer de profesionales especializados ni dotarse de nuevas infraestructuras. Pero ¿cómo poner en marcha un plan de contingencia en la nube? ¿qué opción elegir?

En primer lugar, debe medirse el alcance del servicio de recuperación de datos que queremos contratar y para ello tener en cuenta el tipo de información que queremos salvaguardar ante una catástrofe o incidencia; su volumen y su importancia o tipología. Además, es clave tener en cuenta la dependencia que tiene la organización de estos datos, y por lo tanto la urgencia con la que sería necesario recuperarlos en caso de pérdida. Por último, deben valorarse variables limitantes como el presupuesto económico.

En ese sentido, es recomendable tener en cuenta una serie de premisas a la hora de seleccionar un proveedor para poner en marcha un plan de contingencia en la nube solvente,  con garantías y que, al mismo tiempo, se adapte a nuestras necesidades.

Para empezar, el proveedor debe contar, por supuesto, de un alto nivel de seguridad en sus instalaciones, un servicio de soporte 24/365, accesibilidad y rapidez de actuación. Experiencia, referencias y certificados de calidad podrán tenerse en cuenta.

Por otro lado, se pueden elegir, en términos generales, 3 tipos de servicio de contingencia en la nube:

  • Standby en frío; vinculado a necesidades puntuales y por lo tanto, aunque ofrezca backups, sólo se activarán las máquinas virtuales bajo demanda, al igual que las restauraciones o recuperaciones de datos. Este tipo de plan de contingencia establece un alcance en volumen, el objetivo de recuperación, y en tiempo, periodo de horas previo a la incidencia;
  • Standby en caliente: frente al anterior, que se activa puntualmente, este servicio es permanente y se basa en máquinas virtuales ejecutándose de forma permanente en la infraestructura cloud. Cuenta con un calendario de restauraciones periódicas, existan o no incidencias.
  • Replicación online: es un nivel superior de contingencia ya que además de contar con máquinas virtuales ejecutándose permanentemente en la infraestructura cloud, sincroniza las recuperaciones a nivel aplicación y bases de datos. Además, cuenta con un failover automático entre el centro de datos de producción y el centro de contigencia. Finalmente, establece unos alcances y tiempos de recuperación mínimos, para garantizar el máximo nivel de seguridad de los datos.

Con estas premisas, y otras como el nivel de interlocución y la agilidad en la comunicación, se podrá determinar qué proveedor elegir para poner en marcha un plan de contingencia en la nube, que blinde los datos más sensibles de nuestra organización y los más importantes para su operativa diaria.

Plan de contingencia: las 5 cuestiones clave

plan de contingencia

La Agencia Federal norteamericana de Gestión de Emergencias calcula que el 75% de las empresas que no cuentan con un plan de contingencia acaban cerrando en un plazo de 3 años tras sufrir un problema grave en sus servidores o sus datos. ¿Qué ocurriría si de repente se destruyeran los servidores u ordenadores de su empresa? ¿Y si les robaran todos sus datos? Si aún no se ha hecho estas preguntas, está en el citado 75% de empresas con mayor riesgo de cierre por no contar con un plan de contingencia. Pero incluso, si ya se hizo la pregunta, y ha empezado a poner medidas de seguridad para recuperar la información en caso de pérdida, le interesará saber cuándo, cómo y para qué poner en marcha un plan de contingencia ante desastres, y cuáles son las últimas tendencias en este terreno.

Lo primero que debe delimitar es el bien que quiere proteger y su valor. Es decir, no es lo mismo proteger y asegurar el correo electrónico, que blindar y poder recuperar bases de datos de clientes ligadas a CRM’s o ERP’s, todo tipo de datos comerciales y de análisis e incluso información confidencial, financiera y/o administrativa y fiscal.

En segundo lugar, se debe atender a los niveles de desastre a los que nos exponemos y nuestra capacidad actual para enfrentarnos a ellos. Por ejemplo ¿podríamos recuperar un email o archivo borrado por error? Si un servidor falla ¿cuánto tardaremos en reiniciarlo? Si por un accidente no pudiéramos acceder a la oficina física ¿hay modo de acceder a toda la información que maneja a diario la empresa? Es más ¿si la oficina fuera destruida en un desastre natural, lo perderíamos todo? Incluso, si la ciudad entera en la que está ubicada su oficina fuera engullida por un terremoto ¿podría salvar la información esencial para el funcionamiento de su empresa?

Una vez identificados estos distintos niveles de gravedad a partir de los niveles de desastre, se puede valorar y establecer los parámetros conocidos como RPO (Recovery Point Objective) y RTO (Recovery Time Objective), que aluden, respectivamente, a la magnitud tolerable de pérdida de datos en caso de accidente; y el máximo intervalo aceptable entre el momento de pérdida y la reposición de datos y servicios. Estos parámetros, que determinan nuestro techo de tolerancia ante pérdidas nos permitirán establecer los mínimos requisitos del plan de contingencia, teniendo en cuenta también nuestro presupuesto y nuestra dependencia de la tecnología. Obviamente, cuanto menor sea nuestra tolerancia, mayor será el coste de poner en pie un plan contingencia ante desastres.

En cuarto lugar, conviene adelantarse a acontecimientos y aventurar posibles escenarios, de modo que la puesta en marcha del plan de contingencia se ajuste lo mejor posible a la realidad. Por ejemplo ¿Qué consecuencias tendría una pérdida de datos para la organización? ¿A quién habría que avisar, colaboradores, clientes, proveedores, todos? ¿Cómo se hará? ¿A quién pedir ayuda en caso necesario? ¿Qué pasos seguirá? ¿Quién es el responsable de coordinar el plan de contingencia dentro de la organización?

Finalmente, no podemos estar seguros de que algo funcionará si no lo hemos probado. Será, por tanto, necesario, poner a prueba el plan de contingencia trazado, con las herramientas y servicios habilitados para ello y contando con las personas, de dentro y fuera de la organización, involucradas en el plan.

La industria de la moda y la monitorización social: beneficios

Continuando con la serie de artículos en torno a los beneficios de la escucha activa y la monitorización social según el sector, hoy vamos a centrarnos en el Retail y más concretamente, la industria de la moda. Comenzaremos mencionando el último informe “Perspectivas para la moda online”, de la consultora Kantar Worldpanel, que describe cómo en un entorno complicado para el textil, Internet ha encontrado un espacio propio y hoy se ha convertido en un revulsivo para el sector. El sector de la industria textil obtuvo en el primer trimestre de 2013 un 3,4% en volumen de ventas online en nuestro país.

Las tendencias actuales en la industria de la moda son, entre otras:

  • La importancia del conocimiento del comportamiento y gustos del consumidor final (los denominados Activos Digitales);
  • La aparición de “bloggers” especializados en moda y que se han convertido en una herramienta más de Marketing;
  • y el uso de tecnologías predictivas para captar tráfico en los buscadores web. Internet se constituye como el medio ideal para construir esta relación idónea con nuestro público aportándole contenido de valor y creando fidelizándolo a la marca.

Según los estudios de Deloitte, El futuro del sector textil en España está en las compras online que crecen a un ritmo anual del 20%. Además, en España se realizan alrededor de 26.937.500 búsquedas mensuales relacionadas con la ropa, donde destacan algunas de las grandes marcas entre las más buscadas.

El desarrollo de herramientas participativas es una oportunidad para fomentar la fidelización y engagement de los usuarios.  Las redes sociales son los lugares de encuentro con los futuros buyers para anticipar las colecciones de las temporadas y romper con la estacionalidad del mercado. La reputación online de este sector es un «must». Según el informe, la gestión eficiente de la reputación online es una  de las áreas de mejora para la industria de moda española en Internet (puntuación 6,4 sobre 10).

¿Qué supondría para este sector apostar por una herramienta de monitorización social?

Una tecnología de Monitorización y escucha activa como es Oraquo, podría potenciar el Marketing y Comunicación de las empresas de la industria de la moda en 4 niveles: Brand Management, Marketing Campaign Management, Consumer Experience y Business Intelligence.

Si entramos al detalle, los beneficios de utilizar una herramienta de monitorización y escucha activa se basarían:

  • Escuchar a los compradores y conocerles para ofrecerles en tiempo real aquella oferta que rompa con los estándares de la estacionalidad del mercado de las rebajas.
  • Potenciar la gestión de la relación con los clientes en el ecosistema digital.
  • Responder a sus inquietudes y deseos de conocer con antelación la próxima colección previa.
  • Conocer y relacionarse con los e-shopers y e-influencers del sector, y así ganar cuota de mercado a la competencia y notoriedad de marca.
  • Participar activamente con las comunidades interesadas y activar campañas de marketing y comunicación en la que los usuarios se sientan protagonistas de las colecciones.
  • Monitorizar a la competencia: Posicionamiento, colecciones, campañas de publicidad.
  • Ganar adeptos y fieles a las marcas, además de fortalecer las relaciones entre estos y la marca.
  • Lanzamiento de campañas de publicidad y comunicación gracias a los datos aportados
  • Análisis del rendimiento de las campañas.

¿Qué aporta a las distintas unidades de negocio?

  • Para el departamento de Comunicación y PR, gestión de la reputación de Marca (ORM) y alineación con los atributos de valor de la compañía. Por otro lado, la gestión de contenidos relevantes y optimización de los canales en Medios Propios. Además, la detección de los principales influenciadores de la marca para campañas de Comunicación y PR.
  • En el caso del departamento de Marketing, le permitirá tener una visión estratégica digital en las dimensiones de Producto, Precio, Promoción y Servicio. Pero también podrá medir el éxito, Performance y ROI de las campañas lanzadas.
  • Para el departamento de Ventas, la posibilidad de encontrar clientes potenciales, personalizar la experiencia online-offline realtime y la optimización de la atención al cliente
  • Finalmente, en cuanto al departamento de Business Intelligence, el hecho de analizar la experiencia de cliente y los comportamientos de compra o de futura compra, consiguiendo extraer diversos insights de este.